Estrategia para diferenciarte
Hoy lo primero que hay que preguntarse es ¿qué inspira la marca de mi despacho? Y a partir de aquí definir los servicios que encajan en esa idea. Crear una marca requiere tiempo y estrategias que permitan que el cliente comprenda el valor de esa diferencia. El camino hacia la captación de un cliente empieza mucho antes y termina mucho más tarde que en el momento de la contratación. Después viene:
Segmentación
Todos los clientes no son iguales. No es admisible decir que los clientes potenciales de un despacho son todo el mundo. Segmentar consiste en agrupar los clientes potenciales con similares necesidades básicas. De esta manera se puede diseñar una estrategia de marca y comunicación mejor orientadas.
Posicionamiento
Posicionar la marca de tu despacho consiste en colocar la idea diferenciadora en la mente de tus clientes y grupos de interés. Y para eso se necesita conocer cómo funciona la mente de tus clientes, cuáles son los factores de decisión a la hora de contratar y sus necesidades.
Comunicación
Si no comunicas no existes. Y si lo haces mal no generas confianza. Los mensajes nítidos, la imagen de marca bien definida, son lo que generan credibilidad. Los clientes contratan lo que conocen, por eso cualquier comunicación ha de estar orientada a que el cliente y los grupos de interés comprendan cómo es tu despacho.
Experiencia cliente
Para construir una marca poderosa es imprescindible planificar la experiencia que los clientes y diferentes grupos de interés deben sentir en su interacción con todos los puntos de contacto que tienen con la marca. Desde la web, el contacto telefónico, las comunicaciones… todas estás interacciones.
Tecnología
La tecnología ha cambiado los negocios y las formas de relacionarse y comunicarse con los clientes. La tecnología ofrece enormes posibilidades para construir marcas poderosas.