Usted también puede (y debe) innovar.

En nuestro sector la innovación ha sido vista, por lo general, como un fenómeno contra natura. Digo esto porque el abogado se ha venido mostrado (y se sigue mostrando) muy reacio a aceptar cambios. Fuera de nuestro sector, las organizaciones son conscientes de que si pretenden sobrevivir han de adaptarse con más rapidez a los movimientos del entorno, que también se presentan con mayor rapidez.

La innovación en nuestro sector ni está reservada a las grandes firmas ni a los abogados con un gran expertise puesto que no necesariamente se tiene que dar un conocimiento nuevo. Se puede innovar buscando nuevas aplicaciones a un conocimiento ya poseído. Esta es una de tantas barreras mentales que han de ser superada (cuanto antes) por los abogados y los despachos más pequeños, que irremediablemente han de incorporar la aptitud innovadora a su cultura.

Innovar nace de ponerse en la piel de otra persona y de comprenderla profundamente”. Esta frase tan redonda es de Erich Joachimsthaler, un experto en marketing y profesor de Harvard Business School. Esta es la idea clave que todo abogado y despacho ha de interiorizar. El abogado o el despacho ha de dialogar permanentemente con su cliente (escucharle activamente) y esto le permitirá detectar necesidades que no han sido cubiertas (o al menos no satisfactoriamente). Lo siguiente es resolver esta necesidad aplicando de forma creativa, diferente, adaptativa, tus conocimientos. Casi nada.

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@ejoachimsthaler