Marketing viral y despachos de abogados

 

Conseguir una campaña de marketing viral es el sueño de cualquiera, porque consigues una difusión que ni habías soñado, y manteniendo la inversión en su presupuesto original. Todo gracias a las redes sociales. Sólo hay un problema, y es que no sabes si tu campaña será viral o no… así que no es tan sencillo como hacer «chas, voy a hacer un video viral» Y, posiblemente, los encargados de marketing de los despachos solo hayan considerado la posibilidad de ser virales en sus sueños más locos.

Peeeeero, todo es posible en la vida. Y una campaña de la asociación alemana Deutsche Anwaltauskunft (revista online de la Asociación de Abogados Alemanes, con 66.000 miembros) para informar y formar a los cidudadanos alemanes sobre la problemática de los divorcios, lo ha conseguido.

La historia de Martin G.

Martin G. se acababa de divorciar, y consideraba que se quedaba en muy mal lugar. Así que se tomó la sentencia al pie de la letra, y cortó todos los bienes de la pareja por la mitad… Radial en mano, grabó todo el proceso, lo colgó en Youtube con un video dedicado a su ex-mujer, Laura, y subastó su mitad en Ebay… De la noche a la mañana, millones de personas estaban interesados en la historia de Martin, y los medios de comunicación a nivel mundial hablaban del tema. Todos querían entrevistar a Martin G.

La única pega es que Marting G. no existe… Aunque, curiosamente, sí que existen los bienes subastados, y la subasta sigue su curso. Y la gente está pujando por ellos.

Hoy, los responsables de la idea están más que satisfechos de los resultados obtenidos. Su objetivo de informar y formar ha trascendido las fronteras de Alemania, y han conseguido una visibilidad y una notoriedad que dificilmente habrían conseguido de otra manera, independientemente de la cantidad de dinero que hubiesen invertido.

El marketing viral en el sector legal es posible.

La enseñanza de esta historia es que si, viralizar en el sector legal es posible. Pero pulsar las teclas adecuadas para lograrlo es una apuesta en la que el azar tiene mucho que ver.

Si te detienes a analizar algunas características comunes entre esta y otras campañas virales (piensa en el reto del cubo de agua helada), verás que el foco está en el factor humano. Cosas como el humor, o las emociones… cosas que ayudan al que ve el video a identificarse con el protagonista, o le impulsan a compartirlo. Porque le parezca emotivo, o gracioso.

Desde un punto de vista de «producto», difícilmente será viral algo que directamente muestre lo que se vende. En este caso, fíjate que no hay un solo abogado en el video. Se intuye que el abogado ha estado ahí… No se habla de leyes, ni de juicios. Se habla de las consecuencias de no haber tenido la cautela de prevenir. O, por poner otro ejemplo, acuérdate de otra Laura… la de «Amo a Laura» Lo que se veía no tenía nada que ver con lo que se vendía.

Ahora puede que tengas la tentación de hacer algo parecido. Bueno, lo cierto es que todo apunta a que la originalidad es otro factor vital, y que los imitadores no suelen tener éxito.

Y nada más. Te dejo con el video que dio origen a todo, por si no lo has visto.