¿Abogados en Groupon?

En el post de hoy os quiero hablar de una práctica de marketing extremo que he conocido esta semana: Ofrecer los servicios de un despacho o abogado individual en webs tipo Groupon.

ID-10079569 Image courtesy of Stuart Miles  FreeDigitalPhotos netImage courtesy of Stuart Miles  FreeDigitalPhotos.net

Antes de que os llevéis las manos a la cabeza; Esto está ocurriendo, pero en los Estados Unidos. Desde luego, es algo tan radical, que incluso en su país de origen -donde por norma general son bastante activos en materia de marketing- ha generado una avalancha de contenido en la red. (Por ejemplo, este artículo reciente Could Legal Deals Start Popping Up on Groupon?)

Desde un punto de vista gremial, una vez que la ABA considera que el uso de una estrategia de este tipo no es contrario a la ética de los profesionales del derecho, ofrecer servicios en Groupon es lícito y por tanto puede utilizarse. Con limitaciones y condiciones dirigidas a establecer unas buenas prácticas. Que una cosa es permitir y otra dar luz verde a utilizarla indiscriminadamente. Os recomiendo su lectura para profundizar en el tema, porque mi post se dirige a partir de ahora a otros derroteros.

¿Y desde nuestra perspectiva?

Lo primero que me vino a la cabeza cuando lei sobre ésto fue: ¡Anatema! ; Actuar como sector en un canal «hard discount» es como coger la pala para hacer el hoyo más profundo uno mismo. Nos quejamos de la comoditización, del low cost, de los servicios paralegales… y hay despachos que se van a anunciar en Groupon.

Después le di una segunda vuelta, más calmada.

Y, aunque sigo pensando que es algo terriblemente arriesgado, le comencé a ver una cierta lógica. Eso si, siempre desde una posición de Los Tres Noes. No para todo el mundo. No en todo momento. No de cualquier manera.

3 aspectos clave:

A base de darle vueltas, estos son los 3 puntos que considero claves en todo el asunto:

  1. Innovación. Innovar es hacer algo de manera distinta. Nos puede gustar o no, pero no se puede negar que es algo terriblemente innovador. El sector cambia, nos guste o no.
  2. Segmentación. ¿A quién me dirijo? ¿Mis clientes están en Groupon? Si mis clientes son grandes corporaciones, evidentemente no. Pero ¿las familias?
  3. Posicionamiento. ¿Cómo quiero que se me identifique en el mercado? Acudir a una estrategia -aparentemente- low cost basada en unos procesos ultra optimizados y una gran rotación de proyectos es una opción perfecta si se tienen las cosas claras.

Concluyendo.

Es inevitable que surjan prácticas que nos parecen extremas, equivocadas o directamente perjudiciales para el sector. Algunas triunfarán, otras fracasarán. Generarán cambios en la manera de relacionarnos con los clientes. Nos obligarán a ser mejores y diferentes si realmente tenemos algo que ofrecer. Y si no lo tenemos, lo mejor es que cojamos cuanto antes la pala para hacer más profundo el hoyo en el que nos vamos enterrando poco a poco.

Y vosotros, ¿qué pensáis?