Leyes para robagallinas

 

Hace pocos días, Carlos Lesmes, Presidente del Tribunal Supremo y del Consejo General del Poder Judicial, decía que las leyes que tenemos están pensadas para robagallinas, no contra el gran defraudador. Seguro que todos estáis al tanto de esta noticia y del contexto en el que nace.

En este blog no hablo de política, ni de futbol ni de toros (los dioses me libren), así que ¿qué es lo que me ha llevado a traeros esta noticia? En primer lugar, lo señalado de quien ha dado la noticia. Nada menos que el Presidente del TS y del CGPJ. En segundo lugar, que me llama la atención que la idea de fondo es coincidente con cierta corriente de ideas imbuida en el subconsciente colectivo, en eso que muchas veces llamamos «la sabiduría popular»

De lo que si hablo en este blog es de marca, de estrategia, de desarrollo de negocio… Y en ese ámbito, la noticia se presta muy bien para comentar ciertos de esos aspectos en relación no (directamente) con los despachos de abogados, si no con la Justicia en general.

La «tormenta perfecta» para que un mensaje se haga poderoso.

En este caso, lo señalado del personaje resulta un altavoz de primer orden para la noticia. Tenemos una unión perfecta entre el poder de difusión de los medios de comunicación, junto con la fuerza moral que concita la responsabilidad del cargo. Doble influjo poderosísimo para que la noticia cale. Sumadle que el tema es «vox populi» y llega en un contexto de especial sensibilidad ciudadana y tenemos la tormenta perfecta para agitar las redes sociales y los corrillos del café durante unos cuantos días.

La pregunta que me hago en este momento es si el mensaje ha cumplido el objetivo que Carlos Lesmes tenía en la mente, o si los resultados han sobrepasado sus intenciones.

La imagen de marca de la Justicia.

En cualquier caso, la noticia me hace reflexionar sobre la imagen de marca que tiene la Justicia en nuestro país. Mi intuición es que en estos momentos es la imagen de una marca en entredicho, que puede recuperar brillo en virtud a otros sucesos recientes que todos tendréis en mente.

Si preguntaseis a los ciudadanos anónimos, la gente normal, ¿qué adjetivos creeis que usarían para hablar de la Justicia? ¿Quizás «lenta», «cara», «para ricos»…? Esto lo podríamos testar de una manera muy sencilla, simplemente haciendo lo que os digo, preguntar… Y si queréis, lo sofisticamos un poco para darle más rigor y hacer un estudio más potente.

En definitiva, ¿creeis que la gente -los clientes- sabe realmente lo que hace nuestra Justicia? ¿Tienen una experiencia cliente satisfactoria al respecto? Como veréis, esta entrada va de hacerme-haceros preguntas…

La imagen de marca de la profesión legal.

De lo general a lo concreto: Si la Justicia es un Universo complejo, formado por un montón de organismos, actores, profesiones… la imagen de marca que tenga ¿trasciende este ámbito general o «llueve» hacia todos los actores de manera individual? Es decir, ¿la marca de la profesión legal como colectivo se ve contagiada de los valores otorgados por el ciudadano a la marca de la Justicia?

Día a día, en vuestros despachos, estáis en contacto con clientes-ciudadano. ¿Qué sensaciones os transmiten?

Quizás no le deis importancia a estas reflexiones-divagaciones. Al fin y al cabo, esa imagen de marca es un paraguas bajo el que se cobija toda la profesión, para bien o para mal. Pero, si es para mal, cambiarlo haría que la experiencia de trabajo fuese mucho más satisfactoria para todos.